En los últimos tiempos se ha puesto muy de moda la utilización de las barritas de cereal como alternativa para resolver alguna de las comidas del día. Este hecho ha motivado un alto número de consultas acerca de su correcta utilización nutricional, por lo que considero que sería conveniente hacer algunas aclaraciones, para evitar tanto las confusiones como el uso inadecuado de esta noble golosina.

Si bien se trata de un producto de alta eficacia alimentaria, no deja de ser controvertido su uso si no se lo emplea en forma apropiada y en el contexto de una alimentación sana. Los cereales son considerados muy importantes en la alimentación por su excelente aporte de energía a base de hidratos de carbono, sumando además una pequeña cuota de proteínas. Los utilizamos corrientemente en distintas formas de preparación y presentación: hervidos (arroz, avena, etc.) en copos (maíz, arroz, avena, trigo, etc.), como integrantes de una comida formal o en forma de postre, golosina, etc.

Ingerir barritas de cereal soluciona muchas veces un problema de “falta de tiempo para comer”, pero debe tenerse cuidado con su uso indiscriminado. A pesar de su buen valor nutricional, no reemplazan por su calidad a otros grupos de alimentos tan importantes como lácteos, carnes, frutas y verduras. Cada uno, en su justa medida, aporta nutrientes diversos a nuestro organismo, no existiendo ningún grupo de alimentos que cubra todas las necesidades y tampoco, por supuesto, las barritas de cereal.

Si usted quiere utilizarlas en algunas ocasiones en un desayuno o una merienda, o como auxilio en una colación a media mañana o media tarde, podrían resultar una variante aceptable. Lo que no es recomendable es que se utilicen en forma indiscriminada o como reemplazo permanente de un desayuno o merienda completa.

Por otra parte, cualquiera sea la enfermedad que usted sufra, deberá consultar antes de utilizarlas a su médico especialista puesto que podría existir alguna contraindicación en particular. En cuanto a los sanos, chicos y grandes, podemos aprovecharlas siempre que no reemplacen en forma continua y permanente a los otros elementos imprescindibles de una dieta adecuada: lácteos, carnes, frutas y verduras.

Para quienes están haciendo dieta con la intención de bajar algunos kilos, puede constituir una opción que resuelva alguna de las comidas menores, aunque no es recomendable para el almuerzo o la cena, debido a que no llegan a cubrir las necesidades nutricionales completas.

Para quienes no tienen problema con el peso se presentan como una sabrosa golosina, baja en grasas, con una composición de nutrientes y calorías que podría asemejarse a la de una fruta (manzana, durazno), aunque con algunas pequeñas variaciones en el tipo y concentración de ciertas vitaminas.

Como siempre, lo más importante para interpretar el valor nutricional de un producto es conocer su composición. Recordemos con qué materia prima están hechas las barritas, y entonces su valor nutricional resultará del de la suma de sus componentes: estos son principalmente el cereal, un poco de azúcar (o sin ella en las versiones light o diet), y bajas cantidades de fruta seca, aceite vegetal, maní miel, etc. Por lo tanto, su principal aporte nutricional está dado por el cereal, que contribuye con el mayor porcentaje de las calorías totales.

Ahora que usted sabe un poco más acerca de las barritas de cereal, puede decidir mejor si le conviene o no usarlas y en qué medida. Finalmente, considero que entre las golosinas que habitualmente utilizan los chicos, una barrita de cereal puede ser una opción nutricionalmente válida, en especial frente a tantos otros productos de su clase, los que en general tienen una alta concentración de grasa, azúcar o sal.