Lo que comemos, y lo que no, puede afectar nuestro sistema inmunológico. 

La nutrición juega un papel fundamental a la hora de afrontar las enfermedades ya que ayuda a prevenir el desarrollo de algunas patologías y ayuda al cuerpo a reaccionar frente a aquellas que ya se han manifestado. Por eso, se recomienda aumentar el consumo de alimentos ricos en vitaminas y mineras y disminuir los azúcares y los productos ultraprocesados. 

Y es que, una alimentación sana sumada a un estilo de vida saludable, a la actividad física regular y un descanso de entre siete y ocho horas diarias lograrán ayudarte a fortalecer el sistema inmune.

Estos son los alimentos que te ayudarán a subir tus defensas en función de las vitaminas y minerales que quieras aportarle:

– Omega-3: salmón, atún, semillas de chía, nueces y linaza.

– Selenio: nuez de Brasil, trigo, arroz, yema de huevo, semillas de girasol, pollo, pan de forma, queso, repollo, harina de trigo.

– Zinc: ternera, pollo, pavo, pescado, hígado, germen de trigo, todo tipo de granos integrales, semillas de calabaza y frutos secos .

– Vitamina C: naranja, mandarina, piña, limón, fresas, papaya, melón, mango, kiwi, brócoli, tomate, sandía y repollo.

– Vitamina E: semillas de girasol, avellanas,pistachos, aceite de oliva, aceite de girasol, nueces.

– Vitamina A: zanahoria, batata o patata dulce, mango, espinaca, melón, remolacha, acelga, pimentón rojo, brócoli, lechuga y huevo.

– Probióticos: el yogur natural, el kéfir son los mejores aliados para mantener en buen estado la salud intestinal.

 

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